VICTIMAS DE UN ROBO EN BARCELONA

Luego de un fin de semana donde nos perdimos y casi dormimos abrazados a los viejitos del hogar geriátrico, nuestra semana llego a su punto mas deprimente el lunes cuando por primera ves nos robaron en la cara sin que nos diéramos cuenta.

Durante la mañana del lunes empezamos las clases y los talleres en el metroom ubicado en la Rambla, un estudio de diseño con dos salones espaciosos para poder trabajar los proyectos. Nuestra primera conferencia y trabajo es un taller sobre sketching con el diseñador Marctijn. Salimos al rededor de las 10 de la mañana hacer un recorrido y observar lo que pasa a diario en la cuidad, mobiliario urbano, vitrinas, espacios y edificios. El recorrido nos llevo hasta la playa y pudimos ver un poco el entorno de la zona. Al llegar al estudio nos pidieron dibujar una serie de objetos vistos en el camino, y al finalizar el ejercicio nos dimos cuenta de la falta de ojo critico y detallista que tenemos, observamos los espacios en general pero no somos capaces de detallar a conciencia y recordar las formas, los colores, los tamaños y la ubicación de los objetos en los espacios.

Es claro que un diseñador y un arquitecto debe estar consiente de lo que sucede en su entorno, y de los objetos que hacen parte de el, siendo capas de dibujarlos o describirlos de manera general sin la ayuda de una cámara fotográfica, o una imagen.

FOTO TOMADA POR CATALINA BUITRAGO

Luego del taller por la mañana nos dieron un par de horas para descansar, salimos todas juntas y nos sentamos almorzar en el KFC de la Rambla, comimos tranquila, hablamos de diversos temas y en un momento subió una señora gruesa, con un estilo muy gótico, maquillada y vestida de negro, e pelo largo y crespo y se sentó en la mesa al respaldo de la nuestra, algunas estábamos de frente y pudimos detallarla bien, desde el comienzo nos parecio extraña su actitud pues subió sin bandeja y sin acompañante, se movía constantemente, se agachaba y daba vueltas. Ya habíamos terminado de comer y mi amiga pregunto por su maleta y en dos segundos notamos que no estaba y entendimos que esa señora extraña era la autora del robo pues no había nadie mas en el tercer piso del restaurante.

Viendo lo sucedido salimos todas en busca de la maleta, caminamos varios minutos mirando y buscando el estampado del morral para poder recuperar las cosas, pero es evidente que eso no iba a suceder. Desanimadas caminamos hasta la comisaría mas cercana he hicimos la denuncia; como habíamos detallado a la mujer testificamos y en un libro de los delincuentes mas comunes de la zona pudimos identificar a la persona que se había llevado la maleta.

Nos fue imposible llegar a la segunda conferencia y al worshop que la acompañaba, pero ya nos estamos adelantando en los temas tratados y en los grupos para el trabajo que vamos a realizar esta semana.